Relleno de ácido hialurónico

Los agentes medioambientales como el sol, el frío o el calor junto con la edad, provocan en la piel pérdida de firmeza y brillo, lo que nos da un efecto de piel descuidada. Para evitar esa deshidratación, la piel necesita un cuidado durante todo el año.

El uso de cremas tópicas es conveniente, pero su nivel de concentración de principios activos es muy baja, en comparación a las vitaminas faciales inyectables. Por lo que este tratamiento es perfecto para mantener nuestra piel perfecta.

Las vitaminas son una combinación de ácido hialurónico, vitaminas A, C y E, entre otros componentes, que dotan a la piel de máxima hidratación y luminosidad al instante.

El procedimiento es mínimamente invasivo e indoloro, se realizan unas microinyecciones (mesoterapia) en diferentes puntos de la cara para reactivar el metabolismo biológico de los fibroblastos, haciendo que la piel recupere gran parte de su vitalidad.

Con la edad y debido al intenso movimiento, la zona del código de barras también va perdiendo su hidratación y elasticidad. Con el tiempo, van apareciendo arrugas visibles, favoreciendo el envejecimiento de nuestra piel. Por eso, el ácido hialurónico es el perfecto aliado para devolver la elasticidad de la zona, eliminando los pliegues y alisando la piel.

Para ello, se inyecta en los surcos de la parte superior del labio hasta que recomponemos la arruga y la eliminamos.

Un mentón retraído puede provocar una distorsión de la zona facial y el contorno de la boca, además de eliminar la profundidad que existe en nuestro cuello. Es una zona que debemos de tratar si queremos conseguir una armonía facial y estética.

El ácido hialurónico es el encargado de dar volumen al mentón de una manera natural, ayudando a recuperar su estética facial. El relleno de mentón es la mejor opción para elevar y eliminar el mentón retraído, ofreciendo un aspecto equilibrado y natural a la cara.

Este producto, además de para todo lo mencionado, es clave para el aumento de pómulos, utilizado para eliminar el pronunciamiento de los huesos de la cara y la pérdida de tejido adiposo, producido por la lipodistrofia.

Los pómulos son la base de nuestro rostro, y cuando mejoramos el aspecto de los mismos y realzamos su aspecto, aportamos vitalidad a nuestra expresión y conseguimos de forma indirecta corregir otras arrugas como pueden ser la ojera o el surco nasogeniano.

Mediante el aumento de pómulo obtendremos una estética armónica y recuperaremos juventud en nuestra expresión.